Una exposición que pone en valor la Sagrada Familia y el Recinto Modernista de Sant Pau. El eje formado por la Avinguda Gaudí es mucho más que una conexión urbana entre dos obras maestras del modernismo.
En el extremo sur, la Sagrada Familia, obra de Antoni Gaudí, se erige como un símbolo espiritual y creativo universal. Gaudí hizo del barrio parte de su obra: utilizó a vecinos como modelos para las esculturas de la Fachada del Nacimiento y construyó unas escuelas para los hijos de los obreros y del barrio, mostrando una profunda conexión con la comunidad.
En el extremo norte, el Hospital de Sant Pau, diseñado por Lluís Domènech i Montaner, representa la máxima expresión del modernismo aplicado a la salud pública. Un recinto hospitalario-jardín donde la luz, el color y la belleza arquitectónica forman parte del proceso de sanación. Un patrimonio vivo, que ha sido escenario de vida, muerte y esperanza para generaciones de barceloneses.